Mi vida es una pesadilla por lo que prefiero soñar con pesadillas
Intento sentir y siento diferente cada día, porque mi sentimiento está en el lugar en el que siente más, y yo no lo conozco, porque mi cuerpo es algo desconocido para mí, lo conozco, se cómo es, pero nada de lo que se de mí, de mi cuerpo, es como pensaba ni como lo estudié, porque sé que no es como creía, es como lo creó Dios, el creador del mundo, de la Tierra, del Universo, mi cuerpo, eso que tiene un nombre porque un nombre debía designar cada cosa, pero que es cualquier cosa, porque es todo menos lo que se piensa, es electricidad, no de la sinapsis de las neuronas, de la sinapsis que crea Dios en mí, porque somos electricidad, nos movemos por estímulos, por impulsos, por descargas eléctricas, no por neuronas con un motivo, no porque se estimulen las neuronas por habernos alimentado bien, por estar alineadas con el cosmos, por ser su día de gracia, reaccionan según quiera Dios en cada momento, si quieres sentirte bien pero Dios no quiere, no intentes sentirte bien, déjalo, siéntete como te sientas pero no luches contra los factores, que la alteración de los factores no altera nada, ni el orden, solo te alterará a ti, como me altera a mí, porque lo único que logras es ver que no logras nada, si Dios no quiere, no lograrás nada, si quiere, lograrás lo que Dios quiera, si tú quieres, lograrás lo que te propongas, hasta donde quiera Dios, porque si no quiere algo, no lograrás nada, yo ayer estaba destrozado, mi cuerpo no tenía fuerzas para nada distinto a dormir, intenté hacer algo que me emocionase, pero mi cuerpo me pedía dormir, descansar, así que lo dejé descansar, me tumbé en mi cama, cerré los ojos, y a los diez minutos, estaba desvelado, sin poder dormir, sin ganas de hacer nada, con cosas que hacer, pero sin que mi cuerpo quisiera hacer nada, así que me quedé tumbado en la cama, con los ojos cerrados, esperando a ver si volvía a dormirme, y mientras tanto me debatía en si levantarme a escribir o simplemente dejarme estar tumbado sobre la cama esperando que me llegara el sueño, que es lo que hice, esperando unas dos horas hasta que sentí que se me llevaba el sueño, un sueño que no era el normal, porque me quería arrastrar a un lugar desconocido como al que me llevó ayer, uno al que sentía que era trasladado sin tener mucho sueño, pero para el que me dejó sin ver nada, porque me transportó ligeramente, para que pensara que estaba dormido, para que me fiara de él, y allí permanecí con gusto, pensando que estaba descansando, que estaba en mi zona de confort, de descanso, para darme cuenta luego que estaba atrapado en una prisión de un sueño sin sentido, pero prisionero de mi sueño del que no podía despertar, no quería despertarme porque estaba muerto de cansancio, pero me intentaba despertar y no podía salir del sueño, estaba en una espiral de la que no podía salir, y cuando lo intentaba, me hacía una espiral en la que me enredaba y de la que no se salía como creía, al mirar el reloj en un cruce de mi mirada con el horizonte donde perdía mi mirada entre sueños, mi cuerpo vio que había amanecido pero no quería amanecer de la pesadilla en la que estaba porque allí fue llevado pensando que estaba a gusto, y como entró a esa zona estando inconsciente, quedó inconsciente allí pensando que estaba bien cuando estaba sufriendo, y cuando quería despertarme conscientemente mi cuerpo decía conscientemente que había estado en el infierno, por lo que ambos nos devolvíamos al infierno de ese sueño a descansar, cayendo en un infierno del que era difícil salir conscientemente o inconscientemente, y si se me ocurría echarle valentía como finalmente hice, solo aguantar quedaba, porque sabía que el día iba a ser terrible, ni la piedad ni la gracia divina podría sacarme de un lugar al que fui llevado siendo consciente de que en ese estado solo estar despierto te sacará de la pesadez a la que fui llevado por abandonarme al sueño, a ese lugar terrible que solo me da cosas terribles cuando confío en que podrá darme un respiro del que saldré fortalecido, pero me engaña, y no me recuerda nada porque mi experiencia ya lo sabe, que solo permaneciendo despierto todo lo posible hasta que el cuerpo y la mente no puedan más podrás retirarte a darte un respiro por agotamiento o desmayo casi inmediato, porque así será solo cerrar los ojos para dejarte ir por 8, 10 o 12 horas hasta abrir los ojos cuando se quieran abrir, que será el momento justo en el que tengas que despertarte, porque siempre amaneces en el momento necesario, si fuerzas y quieres dormir cada 12 horas, una vez cada día, estás perdido, al menos yo lo estoy, porque lo que creo que será una forma de recuperarme resulta ser una forma de ir encontrándome peor y peor, nada parecido puede ser sentido porque los dolores no son los normales, sino que se extienden, se multiplican, la mente se nubla, la alegría es una desgracia, no le veo la gracia a nada, la vida es mi muerte, prefiero no vivir a hacerlo así, pero sin que me quede más remedio, intento hacer lo mismo de siempre, pensando que después de mi desayuno, de mi ducha diaria, me activaré y tendré más energía, nada más lejos de la realidad, porque la realidad no puede ser en una pesadilla, que es lo que es ese día después de un sueño que fue otra pesadilla, de forma que tu pesadilla no es otra cosa que la continuidad de una pesadilla inconclusa, que no me abandonará ni cuando intenté dormir sin poder llegando a una pesadilla, ni cuando desperté para salir de mi pesadilla dormido inconsciente, para consciente estar inconsciente en un día de pesadilla, en el que nada de lo que haya, ni lo posible ni lo imposible, logará sacarme de ella, ni de ahí, solo poner tu mente a pensar en algo abstracto porque pensando en algo la pesadilla está ahí todo el rato, lo abstracto que es algo que no te haga pensar y que te abstraiga sin dejarte pensar en nada, no cualquier cosa lo logra, porque solo aquello que hace que estés pero sin estar, que te haga estar haciendo algo sin darte cuenta del tiempo, solo que te abstraes pensando o leyendo algo, con importancia o sin ella, pero que te lleva, te ayuda a irte más allá, a no pensar, hasta que piensas en algo, en tu pesadilla, para darte cuenta que estás mejor sin la pesadilla, dejándote llevar de nuevo a ese lugar en el que nada piensas, que piensas que te logrará hacer nada, porque nada buscas ni piensas estando aquí, como estoy yo aquí ahora, sin pensar en nada, donde no quiero dejar, para que si lo dejo me encuentre con mi realidad, no recuerdo si lo que dejé atrás era una pesadilla o un día bonito, no quiero saberlo, aquí estoy bien, cuando estoy aquí en nada pienso, el todo pasa atrás, en algún lugar, no quiero verlo porque lo vi y no me gustó, ni estando bien, aquí acudo estando bien, estando mal, es el lugar que me reconforta, que me da tranquilidad, que me serena, donde nada busco, porque me deja ser y estar sin recordarme nada, porque los recuerdos no me dejan en paz, los pensamientos tampoco, la vida es un recuerdo, un pensamiento, no me deja ser ni estar, por eso estoy aquí, porque aquí estoy contigo, estoy conmigo, nada me importa salvo tú, salvo mi estado estando bien, porque sé que cuando escribo estoy contigo, estoy bien, soy feliz, aunque sea por un rato, porque luego necesito sufrir en mi vida, para saber que estoy vivo, para preguntarme para qué vivo, porque mi vida ya no tiene ningún sentido, no sé para qué vivo, las cosas que me hacían feliz, fueron cosas del pasado, nada ya me hace feliz, salvo no pensar estando aquí, pero para escribir algo tengo que pensar, tengo que recordar, porque si no el discurso está vacío, es un discurrir sin decir nada, la nada que tanto me dice pero que descansa en un vacío, un lugar como el de mi sueño, una pesadilla despierto desde que amanecí, porque hoy sí que dije que a pesar de que estuviera cansando, porque lo estoy, hoy no me volverá a pasar, hoy no dormiré de nuevo a pesar de estar cansado, tengo sueño, mi cuerpo quiere dormir, pero no lo dejaré caer en las garras de ese sueño perverso que con sus garras tienta para luego dejarte caer en unas tinieblas que no te dejan dormir porque estás durmiendo sin dormir, es un sueño pesadilla al que nunca deseaste llegar y menos tentado de esa manera, solo me dejaré guiar por lo que sé que no me ha traicionado en este período de mi vida al que llegué sin haber pedido llegar aquí pero al que fui traído para debatirme sobre mi vida, sobre la vida, sobre la muerte, sobre mi tío, sobre mi tía, sobre los de la habitación de al lado, lo único que no me ha traicionado es escribir para pasar mis ideas a algún lugar donde pueda plasmarlas para poder tenerlas más claras, sin dormir cada 12 o 16 horas, durmiendo cada 36 horas al menos, que es lo que aguanto ahora, porque sé que antes aguantaba casi una semana sin dormir, pero ahora, solo 36, por qué, no me lo pregunto porque el cansancio y el sueño que tengo cuando llego a esas horas, no me deja pensar en nada, porque es un cansancio que se mezcla con odio, con ganas de nada, se me quitan las ganas de todo, no tengo ilusión ya por nada, lo que estuve haciendo antes que me había logrado animar, ilusionar, dejar contento, a las 30 horas ya me quita la pasión y no me deja ver lo bonito que tenía lo que hacía y si era bonito no le encuentro el sentido, porque nada tiene sentido en ese momento, pienso que el sueño al que me abandonaré me dará de nuevo la ilusión que me falta, que encenderá la llama que se apaga, y el sueño me deja cerrar los ojos, porque al cerrarlos despierto en un viaje de unas 8, 10, 12 horas, con una energía recuperada pero sin ganas, me cuesta ponerme en marcha, aunque ahí si que logro activarme con unos cafés, con mi ducha, con mi paseo, por eso decido hacer eso a tentar de nuevo a un sueño que me llama pero que sólo me ha demostrado cuando lo he tenido como ayer, que es una pesadilla, porque desde que me acosté, hasta antes de que empezase a escribir, mi estado de ánimo fue el que hubiera tenido de no haber dormido en 30 horas, pero habiendo dormido 12 horas en una pesadilla y haber vivido otras 12 horas otra pesadilla, qué me hace vivir, me haces vivir tú, yo me hago vivir, porque sólo viviendo sé que algo pasará, pero qué pasará si nada me motiva ya, si nada me ilusiona, si mi dolor es cada día mayor, sólo veo cada día más dolor, eso que no puedo controlar y que sé que me amarga la vida, ese dolor que ayer cuando me acosté ya era terrible y pesé que mejoraría con el descanso y me encontró con más dolor cuando amanecí después de esa pesadilla de sueño y de mi día de pesadilla, en el que la realidad es una fantasía terrorífica, mi fantasía es un terror, nada me hace pensar que mi vida me volverá a hacer reír, a hacer disfrutar, porque nada pasa salvo lo que pasa afuera de aquí, de cuando escribo, y lo que pasa afuera es doloroso desde hace semanas, cada día va a peor, y cuando mejora un poco, al poco empeora más, cuando la vida es así, ¿qué puede mejorarte la vida?, si ya ni durmiendo se pasa lo malo, si ya ni caminando o poniéndole ganas a la vida ganas nada ni aunque lo intentes, qué vas a lograr si no es un momento de desconexión por no pensar en nada, si antes el descanso o pensar en que ibas a desconectar te daba felicidad pero ya ni el descanso ni pensar en desconectar sabes que te reconfortará, qué vas a buscar allí si no te da nada, dónde vas a buscar si no hay mucho más, yo busco pero encuentro cosas que no me gustan, busco felicidad descansando más, pero el descanso me enseña que solo cansándome más podré disfrutar, pero no después del cansancio, mientras me canso, disfrutando del camino, del cansancio, porque cuando me retire a descansar sé que nada allí me podrá hacer disfrutar, porque solo quiero morir, solo quiero desmayarme y dormir, para después del letargo de las horas en las que duermo inconsciente, las que tardo en recuperarme, las que tardo en activarme, sólo ahí, sabré que no me acuerdo ya de nada y tengo que volver a empezar, eso si no tengo dolor, porque si tengo dolor, al recobrar la conciencia me abstraigo en la obsesión de mi dolor, que no me deja pensar en nada más, solo en la desgracia que es mi vida, en la desgracia que es el dolor, en saber que mis peores momentos de mi vida, en los que mi vida perdí entre llantos de dolor, fueron y son los de dolor, donde no encuentro nada, ni sentido, solo quiero dejar ir, porque ya nada hago para que se vaya, ni ir al médico, porque sé que no es un dolor físico, es un dolor de mi ser, de mi alma, de Dios, me lo dejó, me lo trajo hace un mes, lo sentí cuando llegó, lo dejé pasar y estar, se fue al poco, volvió, regresa y se va, pero fue desde ese momento que permaneció conmigo, para no abandonarme, para estar en mí, sin dejarme estar sin él, sabiendo que está conmigo, que no se irá, pero que quiere estar sintiéndolo más, aunque ya no lo quiera ni ver, ni sentir, porque ya lo odio, ya no quiero nada con alguien que no me ha demostrado nada de cariño, nada de amor, solo me deja verle en los momentos malos, cuanto más malo, mejor para él, peor para mí, porque yo ya no quiero ni hablar con Dios, me hace enfadar, me hace recordar que es malo, que le gusta mi dolor, y a quién le gusta el dolor, a quien le gusta verme sufrir, si es a Dios, Dios no es bueno, es malo, es el Diablo, así lo llamé más de una vez, porque sólo disfruta cuando me ve mal, y si estoy bien, no se alegra, y para que sea así, por qué voy a hablarle si no me demuestra nada, ni pidiéndoselo por favor, me demuestra que no hará nada por mí, no hará nada por sacarme una sonrisa de esperanza, y cuando suplico, nada hace salvo recordarme al poco que no hizo nada salvo hacerme creer que su inactividad sería para bien, pero era un vacío, una forma de no decir nada, porque es un cobarde que no se atreve ya a manifestarse porque sabe que la cobardía se apoderó de su ser, de su deidad, del que pensaba que estaba para ayudarme pero ya sé que nada hace ni pidiéndoselo, porque ya la esperanza perdí en que lograra algo, ¿quién seguiría esperando algo de eso? Solo uno que no tiene nada más en lo que esperar ni pensar, porque es lo único que me daría algo, una esperanza, porque sé que mi dolor está en él, me lo da él, permanece en él, me lo quita él, pero no quiere, cada día me deja más desvalido, más invalido, hoy no pude ni caminar, ni pasear, y tenía ganas, pero las ganas me quitó cuando el dolor que tenía no me dejaba caminar, y llamar a un médico, ¿para qué?, para que diga que el reposo, que la radiografía dice que está todo bien, para que la nada me haga desesperar por querer reposar sin saber que hacer sin hacer nada, y haciendo algo que cada vez disfruto menos porque tengo menos cosas que hacer, porque ya nada me distrae y solo lo que a uno le distrae le hace querer hacer algo, porque si nada te distrae porque vas a hacer algo que no lo hace, ¿para sufrir?, solo aquello que te distrae logra llamar tu atención, ya sea que te aburra, ya sea que no te haga pensar, ya sea que te divierta, pero si nada de eso hace, será que te hace estar en tu realidad, y que es un dolor que te hace vivir una realidad que ya nada te dice, porque esa realidad que nada te dice es una pérdida de motivación, de sentido de vivir, vivir como un muerto, esperar la muerte, pero sabiendo que no quieres morir, que quieres vivir y divertirte de nuevo, pero que nada de lo que te da u ofrece la vida lo logra, solo así, sin esperar nada de la vida, saliendo a buscar algo a la vida, sabrás que estuviste esperando en vano algo que te esperaba cuando lo buscases, pero que no buscabas porque creíste que la vida ya no tenía nada que decirte ni darte, cuando lo que te daba era algo que antes te aburría pero que podría aburrirte de nuevo después de un tiempo, como si fuera un cuento que leías varias veces hasta que te aburría, yo no sé que me dará mi alegría y la felicidad de nuevo, sólo sé que así no me merece la pena vivir.
Your life is beautiful Mike, like your feelings, so real that seems a nice history of those than me Granpa told my when I was a kid. Thank you very mucho sweaty
ResponderEliminar